2) No era el momento adecuado. A 48 horas de un partido que va a marcar el objetivo futuro del equipo y justo antes del parón navideño. No me parece la opción más acertada. Al menos Lobos debía de haber jugado este partido para dejar al equipo con posibilidades. Y tampoco me parece el momento ideal porque Lucas estaba a poco más de un mes de conseguir el pasaporte comunitario lo que le abriría un mayor abanico de posibilidades. Si Lobos hubiese sido más inteligente y no hubiese actuado con la ambición del “pájaro en mano” en cuestión de 6 meses hubiera duplicado o triplicado sus emolumentos, pero en este caso Hugo Issa creo que solo ha pensado en “Trincar”. Ir al Tigres de México no supone progreso en ninguno de los aspectos, salvo en el de la cuenta bancaria.

3) Muñoz vuelve a mentir cuando por la mañana leemos un titular diciendo “Lobos se queda conmigo hasta final de temporada” cuando ya tiene pactado un encuentro con un presidente que viene para negociar un traspaso y no a tomarse un café. Lección la del presidente del Tigres de como se negocia y se gestiona un fichaje. En primera persona y tomando decisiones sobre la marcha. Nada de faxes ni borradores. Vini-Vidi-Vincit que se dice por aquí.

4) Negocia una venta que no resulta ventajosa ni para la institución, ni para el equipo, ni para la afición. Solo han salido ganando Tigres, Issa y Lobos.

5) Es una declaración de intenciones de cara al objetivo del equipo. Debilitado en lo deportivo solo queda esperar a que de nuevo vuelva a sonar la flauta.

6) Con Lobos se pierde mucho más que un buen pelotero. Se pierde también a un jugador pillo a la hora de presionar al rival y robar balones imposibles.

7) Para Calderón supone tener que cambiar toda una filosofía de juego ya que ahora la faceta de creación recaerá sobre un hombre de características diferentes al argentino. Después, si los resultados se vuelven adversos Muñoz será el primero en cortarle la cabeza a Calderón.

8) Ni que decir tiene, que cuando Muñoz afirma que “Prima lo deportivo” ya no lo creen ni sus propios hijos.

9) Después que no se queje si en la próxima campaña de abonados le sobra más de la mitad del aforo. Suele ocurrir que “quien siembra vientos, recoge tempestades”.

10) La afición vuelve a sentir que nos están robando la ilusión, y mucho me temo que la marcha de Lobos no será la última. Eso sí, al “Klan Kataclán” nos lo tendremos que comer con papas.