Gema Sánchez / PortalCadista.com
¡Qué tan lejano pasa el tiempo en la mente y espíritu cadista! Hace una semana seguimos, quien pudiera tener las agallas de aguantar las retransmisiones del partido hasta el final, la amarga derrota de un Cádiz que se menguó impasible ante un Celta de Vigo que salió a reclamarles a sus aficionados el aplauso por medio del logro de un marcador más que favorable. Tras la goleada, resultado suficiente para cogerle hasta el dobladillo a los bajos, y tras el vapuleo ofrecido a la expedición cadista tocó el regreso a casa.
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Ante la preocupante situación varios aficionados determinaron acercarse al estadio para recibir al equipo con la principal intención de transmitirles la angustia de gran parte de la grada, así como para reivindicar argumentos por la actitud de ciertos miembros de la plantilla. Los tres capitanes se brindaron a mediar con el grupo allí presente. la reunión finalizó como no podía ser de otro modo con una boca pequeña entonando el mea culpa y un propósito de enmendar la situación en el próximo partido.
Transcurrió la semana, y aunque la irritación del primer momento se disipó, la preocupación siguió latente. Varios mensajes se nos transmitieron en estos días. En las comparecencias nos instaban a la calma y nos hacían ver su compromiso por la permanencia. Sin embargo, en ninguno de los discursos se vislumbraba una motivación especial. Guiones repetitivos, repletos de frases de rigor, más que pronunciadas con conciencia de la situación. La guinda del pastel la colocó un magistral vídeo que difundieron bajo el título “El domingo jugamos todos” en el cual se mostraba a varios jugadores pidiendo el apoyo de la afición.
Y finalmente llegó el domingo, la fecha señalada para demostrarnos que la imagen ofrecida la semana anterior fue una simple pesadilla y que este partido iba a ser nuestro. Eso debería haber sido, el rival más directo que nos quedaba y que de haber obtenido la victoria podría habernos permitido respirar y dormir más tranquilos esta noche. Ni el empate valdría para asegurar la permanencia. Si embargo la película no distó mucho de su precuela y a medida que avanzó el partido el Cádiz se fue volviendo más inoperativo hasta perder el rumbo finalmente y conseguir una nueva derrota.
Paralelamente a este espectáculo se presenció otro bien distinto en la grada. Ignoro si fue efecto del anuncio realizado por los jugadores o si fue realmente por la remesa de nuevo público que consiguió captar la entidad para este partido vendiendo a precio de saldo las entradas en taquilla; pero el recibimiento que se le proporcionó al equipo desde la grada rozó el exceso. Se asimilaba más a una fiesta que se les brindase a unos héroes antes que el comienzo de un partido en el que se nos iba la vida o al menos la ilusión, del que podría depender el futuro de la permanencia. No se si seremos la mejor afición, pero sí la más inocente. Parece ser que los mensajes finalmente calaron y una vez más los jugadores no terminaron por verse solos al salir al campo.
Sin embargo, fueron ellos los que no se terminaron de creer los argumentos. ¿Dónde quedaron ahora las palabras de aliento a la afición de los jugadores? Un domingo más han sido ellos quienes nos han abandonado y los que nos dejarán seguro a nuestra suerte y en una posición bastante complicada para el próximo año, mientras seguro agacharán la cabeza o mirarán a otro lado buscando asentarse en otros clubes. ¿Qué más quieren que hagamos? ¿El lema del anuncio implicaba que debíamos de saltar al campo como si Procopio nos hubiera convocado también? El colmo ya de la despreocupación, que jueguen los de la grada por mí. Seguramente a más de uno no le habrían faltado las ganas ante la actitud vista. El marcador del Cádiz se quedó a cero, como las esperanzas de muchos; y la calidad, compromiso y profesionalidad de otros. Me pregunto ahora con qué cuento nos van a intentar embaucar ahora cuando se ve cómo han tirado ya la toalla. Y con sus declaraciones de esta tarde parecen esbozarlo al recordarnos que aún nos quedan tres partidos más. ¿A quién pretenden convencer de lograr la victoria con los rivales que se nos vienen encima y con esa actitud? Si esas van a ser sus palabras, las que se lleve el viento, prefiero permanezcan en silencio y no se cachondeen más de nosotros. Y si quieren callarnos la boca y que los volvamos a animar que hagan como tantas otras plantillas han hecho mediante el esfuerzo y un trabajo efectivo en el campo. Dejémonos de ovaciones gratuitas y de aplausos por el “uuuuyy” que nos arranquen. Quiero que me callen como hicieron los jugadores del Celta de Vigo hace dos domingos y se dejen de guiones pactados. Sí señores, allí estuvimos como requerían porque "El domingo jugamos todos"; sin embargo creo que se equivocaron con el título y por eso, ustedes no lo terminaron de entender porque en realidad "El domingo nos lo jugábamos TODO", y en ese apartado la mayor responsabilidad corre a cargo de ustedes. En fin, sigan haciendo girar la ruleta de la fortuna e intentándonos vender utopías increíbles. Si la talla de algunos como jugadores ha quedado en entredicho, por favor, no os dediquéis a la oratoria porque entonces si que finiquitáis vuestra carrera.