Llegó el momento

 
Foto: Nortetrompetero.com
Hace apenas treinta minutos que he regresado de Marbella y  cuatro desde que el trencilla pitara el final del partido. Mis sensaciones siguen siendo las mismas, el tiempo ha transcurrido pero no logro enfriar, madurar y asimilar lo que hoy ha pasado en el Municipal marbellí.
 
Sigo estando grogui tras ese pitido final y mucho más estupefacto me ha dejado la actitud del colegiado tras ese pitido. De una forma deliberada ha provocado e incitado a los jugadores cadistas hasta hacerlos caer en su red, mermando al equipo cadista de cara a los próximos decisivos partidos donde los amarillos se jugaran a cara ó cruz el puesto que ha atesorado durante toda la temporada.
 
Sin que llegue a pensar que toda la culpa de la derrota de hoy se pueda colgar sobre la figura del árbitro, sí pienso que de alguna forma ha tenido influencia en el resultado final.
 
El Cádiz hoy comenzó el partido con buen pié y mejor tino. Ante un primer acercamiento del equipo local, los pupilos de Gracia se hicieron pronto con el mando del partido y merodeó la portería contraria hasta conseguir el tanto inaugural merced a una falta lanzada por Carlos Caballero y que tras tocar en la barrera descolocó al meta marbellí que solo podía acompañar con la mirada como el bañón se alojaba en sus mallas. Continuaba el partido y el Cádiz seguía manejando el partido a su antojo hasta que llegó el momento fatídico en el que el árbitro interpreta como falta una interceptación de Juanma a un pase al interior del área cadista. El árbitro pita falta del cadista y a continuación lo expulsa con tarjeta roja directa, entendiendo que era jugada de gol. He removido mil veces la jugada en mi cabeza y cada vez estoy más convencido de mi primera apreciación, y prueba de ello es que Juanma se queda con el balón. Si hubiera zancadilleado al atacante contrario el balón hubiera seguido su curso hacia el interior del área cadista. Al menos eso es lo que yo veo desde la grada en primera instancia, después en la rueda de prensa Montes habla de agarrón de Juanma a su jugador por lo que ya me hace dudar y tendré que esperar a mañana para ver que hay punible en la jugada. No obstante el Cádiz aguanta bien tras la expulsión a pesar de que el Marbella consigue el empate en un balón aéreo en que Cristian se deja robar la cartera por el delantero marbellí. Eso me hacía pensar que el Cádiz podría encontrar la forma de nadar y guardar la ropa en la segunda mitad. Pero nada más iniciarse el segundo periodo, Toedtli pide el cambio al sentir molestias que le impedían seguir luchando al lado de sus compañeros. La entrada de Manu Barreiro y más tarde de Álvaro confirmaba lo que toda la afición viene barruntando desde hace semanas y que no es otra cosa que la falta de credibilidad en estos jugadores que no ofrecen argumentos que inviten a aportar soluciones. No obstante Javi Gracia sigue prefiriéndolos por delante de otros jugadores de la plantilla.
 
El partido continuaba y la zaga cadista daba muestras de debilidad y vulnerabilidad. Pero por si esto no fuera suficiente, el árbitro obviaba una clara falta cometida en el lateral izquierdo de la zaga cadista contra Álvaro y daba continuidad a la jugada terminando esta en gol en contra del Cádiz. De ahí al final del encuentro el Cádiz tiró mucho de corazón y poco de cabeza, cayendo una y otra vez en las provocaciones de los jugadores locales y del árbitro que reclamó el papel de protagonista del partido.
 
Por todo lo que se va a hablar del árbitro a lo largo de la semana, creo que ha llegado el momento de la afición para hacernos oír dentro del estadio, que cerremos filas en torno a nuestro equipo y lo llevemos en volandas el próximo domingo. Debemos tomar un papel que hace tiempo teníamos olvidado. Y es que Carranza tiene que volver a rugir para que nada ni nadie consiga robarnos la ilusión.
 
¡VAMOS CADIZ HOY TE HE VENIDO A VER… !.

Yoni Weiss

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