Renta suficiente

No cabe pensar otra cosa tras el uno a cero conseguido en Carranza por el Cádiz. Cualquiera habría firmado este resultado antes del encuentro y ahora, por tanto, la idea no puede ser diferente.

Este resultado no tiene otra lectura posible aunque el técnico irundarra Iñaki Alonso quiera hacernos creer lo contrario. En un vídeo grabado antes de despegar hacia Cádiz sus jugadores daban un resultado para el partido. Todos ellos, sin excepción, daban como seguro que marcaban en el Ramón de Carranza. Se marcharon de vacío y ahora tendrán que afrontar el partido de vuelta con un carácter más ofensivo que el mostrado en la Tacita de Plata.

Un juego el del Real Unión que se basaba en la destrucción y en jugar al límite de lo permitido. Era algo ya consabido y también se dejaron en Cádiz a dos hombres como Gabarain y Aitor Sanz: dos bajas sensibles para el partido de vuelta.

Mis esperanzas siguen intactas (quizás algo más reforzadas aún) en mi equipo. Estoy convencido que esta eliminatoria no se nos va a escapar porque en Irún la presión va a cambiar de bando. Será el Real Unión el que esté obligado a poner el fútbol sobre el tapete y el Cádiz tiene tomada la medida del gol en los partidos de fuera de Carranza.

Querría no terminar esta columna sin hacer una mención especial a Dani Cifuentes. Entró a sustituir a Raúl López, en un momento complicado de partido y casi sin hacer ejercicios de calentamiento. Nada de eso le afectó y cuajó un partido impecable. Es una prueba más del grado de compromiso que hay en esta plantilla. Todos se sienten parte del equipo y todos están haciendo lo posible para conseguir el ascenso.

Ya queda menos para viajar a Irún como equipo de Segunda B y volver a Cádiz como equipo de Segunda A.

Miguel A. Vallecillo